¡Salud onironautas!
Bien conocida es entre nuestros amigos, la afición que compartimos en el equipo por los ordenadores viejunos y la caspa en general.
Tanto a Aldo como a mi, cuando trabajamos con microordenadores, nos apasiona la cercanía con que se trabaja respecto a los componentes de la máquina. Hoy en día, con nuestros potentes PC y herramientas de desarrollo rápido, existen multitud de capas entre el programador y la máquina, que a veces la convierten en un conjunto de bloques abstractos. El límite hoy es el humano que trata con la máquina, no la herramienta en si misma.
No quiero que se me malinterprete, eso es algo fabuloso a nivel creativo; pero al disponer de tan ingente cantidad de recursos, se pierde la firma de la propia máquina. En nuestro siglo, la huella de los ordenadores personales en el entorno creativo es, básicamente inexistente.
Trabajar con un microordenador puede parecer que nos limita, pero lo cierto es que también orienta tus pulsos creativos y te hace ajustar tus diseños a la máquina sobre la que estás trabajando. El programador optimiza su código de manera creativa, tratando directamente sobre su memoria, calculando sus ciclos de reloj o la velocidad de refresco del VDP. Un músico aprende como tratar el sonido desde el conocimiento técnico de la propia forma de onda y altera los bits del procesador de sonido, sacando notas de donde no pareciera posible. El grafista por su parte, aprende las limitaciones del sistema y estiliza tus dibujos para mostrar lo máximo con la menor cantidad de píxeles posibles, centrando todo su universo en poco mas que media docena de colores y un lienzo minúsculo… en resumen, todo el equipo termina por saber, que hace el ordenador en cada momento, trabajando codo a codo con tu hardware y convirtiéndolo en uno mas del equipo creativo. Eso hoy, ya no existe.
Entiendo que todo esto puede sonar algo excéntrico, pero posiblemente, aquel que tenga afición por jugar títulos de esta época argéntea, coincidirá conmigo en que tienen un sello especial, en el que cada sistema tiene un estilo propio, amado por sus aficionados.
Trás esta, quizás excesivamente larga introducción -perdonad, pero hacia tiempo que no me sentaba delante del teclado para escribir en un blog- espero el haber dejado claro los porqués de nuestro interés en desarrollar para estos viejos cacharros y nuestra necesidad de crear herramientas como la que hoy os presentamos.
La suite que os traemos hoy, tiene por finalidad la de favorecer el desarrollo cruzado. Tratar con imágenes creadas con software actual para poder utilizar sus datos en nuestros viejos cacharros, y a la postre, continuar alimentándolos con nuevo software.
Estas herramientas nacen de necesidades personales, – más concretamente de la acertada propuesta de Toni Gálvez, apasionado desarrollador con el que estamos trabajando – y están en continuo desarrollo, por lo que no descartamos nuevas revisiones y ampliaciones de la Suite. Ya que las vamos testeando y ampliando conforme las vamos utilizando.
A este paquete de herramientas lo hemos llamado “Tilesuite”, por su enfoque al trabajo bajo sistemas de patrones. La versión actual es la beta 1.2.
Espero que la disfrutéis tanto como nosotros… ¡y sentíos libres de aportar vuestras sugerencias!
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